domingo, 24 de octubre de 2010

La Lanza del Destino

En el s.XX se tenía constancia de cuatro Santas Lanzas repartidas por Europa. Se trataba de la lanza con la que el centurión romano Longinos mató a Jesucristo. Se dice que era un talismán, que daba poderes sobrenaturales.
Una, la más conocida por los cristianos, se encuentra en el Vaticano junto a la Verónica en uno de los cuatro gigantescos pilares de San Pedro.
La segunda, en Cracovia.
La tercera en París, después de que el rey Luis, en el s. XIII la depositase tras la última Cruzada de Palestina.
La cuarta, en Viena, en el Palacio Hofburg es la que tiene una genealogía más amplia: Constantino, Carlomagno, Federico Barbarroja y Hitler.
Cuenta la historia que San Mauricio, de la legión tebana, se la entregó a Constantino que la enarboló como talismán venciendo en la batalla del Puente de Milvio a Magencio, donde se dice que apareció la cruz con el lema In hoc signo vinces.
Otra historia germánica cuenta que después, la lanza de los Habsburgo, la Heilige Lance, la empuñó el caudillo Carlos Martel derrotando en la Batalla de Poitiers a los árabes, para luego ser llevada a Carlomagno que la portó en todas sus victorias y fue la primera víctima de la leyenda negra Aquel que la pierda, morirá. Murió cuando la dejó caer por accidente en Aix-la-Chapelle en el 814 d.C.
Después la tuvo Heinrich el Cazador que fundó la casa real de Sajonia, y 5 generaciones más la tuvieron tras llegar a Federico Barbarroja.
Federico Barbarroja que con la lanza a los 67 años de edad conquistó toda Italia, y mandó al Papa al exilio. Su imperio tenía cotas impensables. Pero cometió el error en 1190 de dejar caer la lanza al rio Cidno, murió ahogado.
Se dice que Napoleón la poseyó pero no es fiable, por lo que pasaremos directamente a otro personaje

Hitler conocía a la perfección la historia de la lanza y el que la poseyera poseería la Humanidad. La vio por primera vez en 1909 y la analizó todo lo que pudo.
Finalmente fue suya en marzo de 1938 cuando entró en Viena tras el Anchsluss. Mandó que fuese llevada, junto al tesoro de los Habsburgo, a la Cripta de Santa Catalina en Núremberg que se convirtió en el Museo de la Guerra.

Comenzaron los rumores de la conquista del mundo por parte de Hitler, y que el fin de la lanza sería el fin de Hitler.
Después de los bombardeos del 13 de octubre de 1944, las puertas de la casa que llevaba al túnel secreto donde se encontraban las reliquias quedaron rotas. Hitler ordenó el traslado de la lanza y del tesoro a una escuela en la Planier Platz. El 30 de marzo de 1945 se produjo el traslado, pero la lanza también llamada Lanza de Mauricio fue confundida con la Espada de San Mauricio que fue la finalmente trasladada.
El séptimo ejercito aliado, entró al mes siguiente, y el 20 de abril de 1945 (Hitler cumplía 56 años) cayó Núremberg. La Compañía C, al mando de William Horn tenía la misión de recuperar las reliquias. Y gracias a la casa destruida pudo entrar a una capilla donde encontró un altar de 3 metros de alto, terciopelo rojo y encima la lanza de Longinos en un estuche de cuero.

Lo que estaba haciendo Horn no solo era incautarse de una reliquia religiosa, sin darse cuenta, el 30 de abril de 1945 (día que precede a la Noche de Walpurgis en la tradición germánica) era el cambio de dueño de la Lanza del Destino, con la consecuente muerte de su antiguo poseedor.
A unos cientos kilómetros de distancia, en un bunker de Berlín, Adolf Hitler eligió esa tarde para coger una pistola y quitarse la vida disparándose un tiro en la boca tras ingerir una cápsula de cianuro.

viernes, 22 de octubre de 2010

Desembarco de Normandía

Nueve menos diez minutos de la mañana, va a comenzar la clase de historia y ya comienzan los rumores, nervios y temores a sonar en el aula. Se habla de un temido examen sorpresa. La gente desconcertada, en un moviendo de acción-reacción sin consecuencias premeditadas acuden a su sitio corriendo para sacar de la mochila un grapado de apuntes de los que solo lee el titulo y pasa la página corriendo; otros salen de clase y no vuelven por temor al examen; otros siguen igual y otros pocos siguen igual porque se lo saben.

Entra el doctor en clase, y se confirma que hay examen en el momento que coge las listas para decir el nombre del alumno e inmediatamente interrogarle al enunciar una pregunta. La mayoría no contesta y otros ríen ante la dificultad de la pregunta. Tan solo dos responden.
En ese momento el doctor mira a un alumno y le pregunta, hablame del desembarco de Normandía y su desarrollo.

El alumno sin pensar contesta,

Desde que Enrique V accedió, en 1413 al trono ingles siempre quiso recuperar las posesiones inglesas perdidas, incluso ejercer su derecho a la Corona de Francia. Intento negociar, pero se rompieron las negociaciones.

Comienzan las risas en clase, la gente soltaba, ¡será burro!, que fácil si esa me la sabia yo. Sin embargo el profesor escuchaba al alumno, y no le paraba como a los que fallaron anteriormente. El alumno seguía,

Con esto se llego al 11 de junio de 1415, cuando Enrique V salió con sus barcos desde Southampton. A los dos días desembarcaba en Normandía, tomando rápidamente la ciudad de Harfleur. Y cuando fueron a por Calais los enfermos ingleses, se encontraron con los franceses en Azincourt donde se entablo una guerra en la que el ejercito francés superaba al ingles en tres a uno, produciendo una victoria inglesa inesperada gracias a sus arqueros los días 24 y 25 de octubre de 1415, y que el domingo y lunes se conmemorara el 595 aniversario de esta batalla cuyas consecuencias no fueron las esperadas pues Enrique nunca tuvo la corona, tan solo consiguió matrimonio con Catalina hija de Carlos VI de Francia por lo que se convertía en heredero, pero murió en 1422.

jueves, 14 de octubre de 2010

Polis-emica

Siempre ha sido interpretada como la típica ciudad de la Grecia clásica, como el arquetipo de ciudad de la Hélade. Y estábamos engañados, y aquellos que solo afirman ello se quedan cortos.
La verdad es que la polis es polis-emica. Para empezar no era solo la ciudad de Grecia sino su corazón.

La polis era una realidad de entorno espacial, se desarrollaba entorno al ágora. El ágora a su vez albergaba los restos fúnebres del héroe fundador de la ciudad creando una magnetización en toda la ciudad y sus ciudadanos.
La polis era una realidad espiritual, lo más elevado. Un ciudadano vivía para la polis. La polis daba cobijo y sentido a la vida de sus ciudadanos. Lo peor que podía suceder era ser expulsado de la polis, Socrates prefirió morir a ser desterrado de su polis. Sin la polis la vida no tenía sentido, lo peor era ser considerado un apátrida. Se da la parte por el todo.
La polis era una realidad social, un solo conjunto de ciudadanos era la esencia de toda polis. Un solo ciudadano de una polis la representa en su totalidad allá donde vaya. Vuelve a darse la parte por el todo.
La polis era una realidad política, todas las polis tenían algo en común y es que se consideraban sucesores del gobierno de los dioses. Cada una desarrolló su política más tarde adecuándose al contexto, la época...
La polis era una concepción militar de disciplina y armonía. Implicaba una disciplina colectiva que exigía armonía de movimientos de ataque y defensa. Surgió así la falange hoplita.
La polis era una realidad económica, se buscaba la autosuficiencia, la autarquía. No se podía depender de otros, se perdía la esencia.
La polis era una realidad religiosa, uno era miembro de una polis de acuerdo con la circunscripción que le otorgaba el santuario de cada polis. Los santuarios no eran solo edificios religiosos, sino también eran centros político-administrativos y edificios de carácter estratégicos, airados muchos de ellos en las fronteras de cada polis.