viernes, 29 de julio de 2011

Colegiata San Isidoro de León

En la misma ciudad ciudad de León a poco mas de 300 segundos andando desde la Catedral encontramos la verdadera joya de la corona de todo el románico peninsular. La gente acude a León por su enorme catedral sin embargo no reconocen o ignoran que lo que hace grande a la ciudad no es si no la Colegiata de San Isidoro de León.

La Colegiata de san Isidoro de Leon es el corazón del viejo Reino leones. Basílica consagrada al Bautista, relicario de ilustres mártires hispanos, sepulcro del Doctor de las Españas, Isidoro, panteón de reyes, cabeza del Infantado, cuna del románico castellano, capilla Sixtina de la decoración mural del siglo XII, altar de la reconquista, palacio real, estación de peregrinos. Sus talleres de orfebrería, su escritorio, su librería, aun conservan abundantes muestras de esplendor regio. El silencio y penumbra de su recinto, la profusión y regusto de la labra de sus capiteles, la quietud y solemnidad de sus claustros, aun hoy conmueven al que busca desahogo para sus sentimientos religiosos o vagar para el puro goce artístico.

Realizada a finales del siglo XI fue construida para albergar los restos del santo, su nártex fue convertido en cripta y panteón de los reyes de León.

La planta de la iglesia (1090-1100) tiene tres naves que terminan en absides semicirculares. Revela la influencia de Jaca en el alzado interior y la alternancia de pilares cruciformes con otros mas simples, y la influencia de los mozárabes en el uso de arcos polilobulados en los brazos del transepto. Presenta la novedad estructural de prescindir de la tribuna en favor de un cuerpo de luz directa sobre la nave central.
Del exterior destaca el taqueado jaques y la extraordinaria decoración escultorica de las portadas norte y sur, del Cordero y del Perdón, actualmente en rehabilitación.


En esta colegiata descansan monarcas ilustres como Sancho el Mayor de Navarra, Rex Pirineorum Montium et Tolosae. Pero quien lleno este sitio de significado y esplendor fue, a partir de 1063, el Cuerpo de san Isidoro trasladado desde Sevilla, como tributo impuesto por el rey Fernando I al moro taifa Almotádid. A partir de ese momento san Isidoro de Leon se convierte, después de Santiago, en el mas celebre templo hispano del camino de la peregrinación y su titular, taumaturgo en toda clase de necesidades y caudillo guerrero que se aparecía a caballo en los combates com los moros.
San Isidoro de Sevilla fue en vida y mucho mas después de su muerte, el oráculo indiscutible, el Salomon redivivo, el albacea de la cultura clásica, pero su fama de sabio ofusco el brillo de su santidad.

Sn embargo la historia va mas atrás pues en el angulo Noroeste del recinto campamental romano, apoyandose en la misma muralla, se levantan los edificios y huertas de la Real Colegiata de san Isidoro, ocupando íntegramente la manzana, sobre lo que en el campamento de la Legio VII Gemina, según los diseños de Vitrubio, debieron estar emplazadas las tiendas de los equites extraordinarii, auxilia, et intervallum. Aquí concurría el acueducto romano que todavía aparece en la huerta de san Isidoro, con ímbrices efectuados bastante antes del año 70 de nuestra era.

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